Estas historias cuentan cómo, en el tablero del poder, los científicos son tratados como peones. Por ejemplo, la llegada del primer director externo al CIDE coloca nuevamente a la institución en el foco de la controversia. José Antonio Romero Tellaechele recibe una academia envuelta en una fuerte crisis financiera y en medio de una controversia política. Su presencia, además desata otro movimiento estudiantil que pretende expulsarlo por considerar su nombramiento una imposición de la actual titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla. En el pasado, sin embargo, a ese cargo jamás llegó sin la imposición de por medio.